Drone
[vc_row row_type=»row» use_row_as_full_screen_section=»no» type=»grid» angled_section=»no» text_align=»left» background_image_as_pattern=»without_pattern» css_animation=»» css=».vc_custom_1463133938886{padding-bottom: 25px !important;}»][vc_column offset=»vc_col-lg-offset-1 vc_col-lg-10 vc_col-md-offset-1 vc_col-md-10″][vc_column_text][dropcaps type=’normal’ font_size=’45’ color=’#191919′ background_color=» border_color=»]S[/dropcaps]eguro que muchos de los que estéis leyendo esto cuando eran niños manejaban con entusiasmo el helicóptero de los G.I. Joe u otros derivados de la tienda china del barrio y se imaginaban surcando los cielos en uno de ellos. Y a no ser que uno hubiera dedicado su vida a estudiar para poder pilotar uno, no teníamos que conformar con aquel juguete que nos hacía pasar la tarde volando mientras hacíamos el ruido de las hélices «tucu-tucu-tucu…» por toda la casa o en la misma calle.
Jamás nos hubiéramos imaginado poder manejar uno sin ser piloto y aunque las diferencias pudieran ser abismales, la experiencia si no es gratificante, es muy divertida. Los drones llegaron, aterrizaron y lo hicieron de diferentes formas y colores para hacernos sentir de nuevo niños a los mandos de vehículos aéreos teledirigidos.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row row_type=»row» use_row_as_full_screen_section=»no» type=»grid» angled_section=»no» text_align=»left» background_image_as_pattern=»without_pattern» css_animation=»» css=».vc_custom_1463133451090{padding-top: 50px !important;padding-bottom: 50px !important;}»][vc_column width=»1/3″][vc_single_image image=»409″ img_size=»full» qode_css_animation=»»][vc_separator type=»transparent» thickness=»0″ up=»0″ down=»30″][/vc_column][vc_column width=»1/3″][vc_single_image image=»411″ img_size=»full» qode_css_animation=»»][vc_separator type=»transparent» thickness=»0″ up=»0″ down=»30″][/vc_column][vc_column width=»1/3″][vc_single_image image=»410″ img_size=»full» qode_css_animation=»»][vc_separator type=»transparent» thickness=»0″ up=»0″ down=»30″][/vc_column][/vc_row][vc_row row_type=»row» use_row_as_full_screen_section=»no» type=»grid» angled_section=»no» text_align=»left» background_image_as_pattern=»without_pattern» css_animation=»» css=».vc_custom_1463134132862{padding-bottom: 75px !important;}»][vc_column offset=»vc_col-lg-offset-1 vc_col-lg-10 vc_col-md-offset-1 vc_col-md-10″][vc_column_text]Los he visto de todas los diseños posibles, desde los más caros hasta los más económicos y algunos con la posibilidad de ver mediante smartphone lo que esté viendo tu drone. Uno de los sueños mas anhelados por el ser humano ha sido volar y con esto tendremos una experiencia parecida para conseguirlo. Aún tienen que soliviantar el problema de la escasa batería y aunque parezca un juguete, el usuario a los mandos de uno tiene que tener un buen control sobre el drone. Para una experiencia satisfactoria tienes que dejar tu dinero y hoy por hoy el drone que ofrece unas prestaciones bastante buenas es el DJI Phantom 4, con una autonomía de 28 minutos y una cámara de 12’4mpx y la posibilidad de grabar a 4k, este aparatito ronda los 1300$. Este drone viene incorporado con una aplicación de simulación de vuelo para que aprendas a manejarlo y aunque su precio indique lo contrario está orienta también para novatos.
Pero si no eres tan sibarita y quieres algo mucho más económico, tienes el Hubsan X4 en su versión mas barata (45$). Esta versión con luces LED que puedes encender y apagar a gusto de uno, no tiene un control manual completo como sus hermanos más caros pero es de los más rápidos y maniobrables del mercado. Otras de las carencias de este modelo es la no inclusión de cámara así que olvidaos de tomar fotografías y disfrutad del vuelo de vuestro pájaro de plástico y metal. Su autonomía es de unos 7 minutos, así que está diseñado para vuelos cortos y como prueba de fuego para cuando queramos pasar a cosas mayores.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row row_type=»parallax» parallax_content_width=»full_width» text_align=»center» background_image=»415″ full_screen_section_height=»no»][vc_column][vc_separator type=»transparent» thickness=»0″ up=»0″ down=»166″][vc_row_inner row_type=»row» type=»grid» text_align=»center» css_animation=»»][vc_column_inner offset=»vc_col-lg-offset-1 vc_col-lg-10 vc_col-md-offset-1 vc_col-md-10″][icons icon_pack=»font_elegant» fe_icon=»icon_quotations» size=»fa-lg» type=»normal» custom_size=»63″ target=»_self» icon_color=»#ffffff» icon_hover_color=»#ffffff»][vc_separator type=»transparent» thickness=»0″ up=»0″ down=»30″][vc_column_text]
Hasta que extiendas tus alas no sabrás lo lejos que podrás volar
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– Anónimo
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Pero ¡cuidado! el tener uno no exime de poder hacer lo que uno quiera, queda dicho de que todo aquella persona que posea uno y quiera irrumpir en la intimidad de otra con un drone con cámara, puede ser objeto de multa (avisado quedáis).
Echamos la mirada atrás y miramos ahora en el presente ¿que será lo próximo Doc?[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]