TENEMOS QUE LLAMAR LA ATENCIÓN, PUBLICIDAD ONLINE
Cuando hablamos de publicidad, se nos llena la cabeza de imágenes alternas que salpican la programación de nuestros canales de televisión favoritos. Para otros la palabra le deriva a aquellos repartidores que llaman al telefonillo de su casa para dejar algún que otro flyer o revista del supermercado de turno y para otros es una ventana de presentación para que el resto del mundo conozcan sus productos.
Con el auge de internet la forma de publicitarse se ha adaptado hasta límites insospechados y me atrevería decir que el impacto que ocasiona en los usuarios es mayor que el que se recibe desde la televisión, un medio que decrece poco a poco frente a la conectividad que ofrecen dispositivos como los smartphone. Las empresas, sabedores de esto último, migran a la red en busca de nuevas formas de atraer a un público cada vez más exigente y que no se deja impresionar por nimiedades ¿y cómo podemos llamar su atención? llegando hasta ellos, mezclándonos en sus hobbies y hacernos entender que al igual que ellos, estamos a la última de lo que se mueve en el sector.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta para llegar al público que queremos llegar , es saber conectar con ellos. ¿Qué quiere esto decir? Un estudio de campo es vital para saber las inquietudes y necesidades del usuario de a pie, conocer cuales son las webs por las que se mueven y en que franja horaria suelen hacerlo. Bajo esta premisa (necesidad, interés y tiempo) se cimentará nuestro movimiento publicitario para captar toda atención.
Siempre hablando del ámbito de internet, para darnos a conocer tenemos a nuestra disposición múltiples herramientas que nos facilitarán la tarea. Las redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram, Snapchat, Youtube…) son unas de las plataformas donde se acogen miles de millones de usuarios de toda condición (edad, sexo y raza) y son de los lugares perfectos para hacernos oír. ¿Por qué? Porque las redes sociales no conocen de horarios, porque internet está conectado mundialmente y las barreras de los idiomas se disipan cuando el mensaje es claro y fuerte.
Una vez hayamos saboreado las primeras necesidades del usuario medio y tengamos en liza alguna que otra red social, lo conveniente es aclarar que tipo de usuario es el que queremos. Un ejemplo sencillo, si vendemos maquinillas de afeitar no vamos repartiendo publicidad a niños de 10 años con el pensamiento de un futuro, buscaríamos a adolescentes en pleno desarrollo y adultos. Pues en internet es prácticamente lo mismo; una vez tenemos claro nuestro público objetivo, tendremos que analizar como accede al medio, en que momento del día, cuantas veces, su nivel adquisitivo, así como, cultural…
Establecido ya todo lo concerniente al perfil del usuario al que queremos llegar, nuestro próximo objetivo es saber elegir la plataforma de búsqueda ideal para impulsar nuestra presencia. Esto depende también del público final al que nos queremos dirigir pues no es lo mismo que utilicemos Google o hagamos lo propio con Bing. El motivo de esta disyuntiva es que aunque Google está globalizado, su geolocalización hará que si nos centramos en este buscador nosotros nos dirigiremos a un público mayoritariamente español; si ese es nuestro objetivo no habrá ningún problema, la cuestión radica si queremos hacernos conocer más allá de nuestro país, para ello hay buscadores de más peso como Yandex (mas minoritario pero más dirigido).
Otras de los procesos que nos pueden ayudar a captar la atención de nuevos usuarios, así como, mantener a los que alguna vez nos han visitado es el llamado remarketing. Para los que no sepan lo que es os pongo un ejemplo sencillo: estáis navegando por Amazon y buscáis un producto especifico incidiendo en él, al cabo de poco abandonáis la web y entráis (por ejemplo) en un foro para escribir y de pronto veis un anuncio de Amazon con el producto que anteriormente estabais visualizando u otros parecidos. Eso es el remarketing, la capacidad de volver a conectar con el usuario, de recordarle nuestra presencia, además de hacerle saber que nos necesita. Aunque este tipo de publicidad es considerada por muchos como invasiva, no tiene porque ser como se pinta, ya que haciendo buen uso de ella podemos llegar a otros que no han visitado nuestra web ofertando descuento lo bastante jugosas como para que quieren acceder a nuestra página.
Google Maps no es solo una aplicación para localizar lugares, también es una herramienta perfecta para ayudarnos a publicitarnos si tenemos en nuestro haber una tienda física. La app permite crear cupones adheridos a la localización del local ¿y de que forma funciona esto? es tan simple como que un usuario de a pie pase cerca de tu comercio con su smartphone (conectado a internet) y le salte una notificación, en ella le puede aparecer un mensaje cupón que le diga que si se acerca a nuestro comercio enseñándolo, podrá obtener ciertos beneficios.
Por último me gustaría nombrar a los influencers. En una época en la que los denominados youtubers están en la cresta de la ola con miles de millones de seguidores, es un puente perfecto para alcanzar esa cuota de mercado a la que no estamos acostumbrados llegar. Este influencer tiene ya establecido su dominio, tiene una cartera de seguidores que prácticamente cree a pies juntillas lo que les dicen, saber elegir el adecuado (y siempre visualizando el contenido que genera), nos propiciará un aumento considerable de usuarios que estén pendientes de nuestra marca